¿Un emprendedor es emprendedor si no consigue resultados?

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By Miguel Pantaleon

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En cierto sentido sí, pero no cumpliría con el propósito fundamental del emprendimiento que es producir resultados. Muchas personas son capaces de enfrentarse a la incertidumbre y actuar guiados por una idea o por un resultado esperado, pero muy pocos son capaces de adentrarse en el camino y adquirir las capacidades necesarias para volver a hacerlo una y otra vez.

No sé si alguien lo dijo antes, pero si no lo digo yo: el fracaso es sólo el paso previo al éxito, el problema es que no sabemos en qué dirección hay que dar el siguiente paso.

No podemos predecir el futuro para saber en qué proyectos o ideas debemos invertir nuestros esfuerzos y recursos, pero lo que sí podemos hacer es fortalecer las capacidades que aumenten nuestras posibilidades de conseguir los objetivos. Nosotros planteamos las siguientes:

Capacidad de síntesis, de conexión y de fijar nuevos propósitos

Para emprender es necesario ser capaces de traducir los eventos o detalles en principios fundamentales que explique cómo funcionan las cosas a nuestro alrededor. Una vez creados estos conceptos, es necesario poder conectarlos y combinarlos para ser capaces de generar valor. Así mismo, emprender requiere fijar un nuevo propósito que permita orientar estos nuevos conceptos hacia la acción.

Capacidad de tomar acción

Sobre el papel todo funciona, pero la realidad es rugosa, irregular y a veces incomprensible. Emprender requiere pasar a la acción, entrar en contacto con otras personas y prepararse para tachar todas las ideas que en la teoría funcionaban y volver a diseñarlas. Pasar a la acción es la única forma de conseguir feedback del entorno y si esto no se produce, no es posible aprender y evolucionar, por lo que las posibilidades de éxito se reducen drásticamente.

Capacidad de proyectar el futuro

No siempre el camino más rápido entre dos puntos es la línea recta. En ocasiones es necesario desviarse para descubrir las condiciones necesarias para poder conseguir los objetivos. Lo interesante es que estas condiciones no suelen estar ni siquiera formuladas al iniciar el camino, sino que son fruto de la interacción y la interdependencia. En este contexto, la capacidad de mirar el futuro y establecer un punto de referencia, es crítico para no perder el rumbo.

Capacidad holística

Por suerte no estamos aislados, sino en una maraña de grupos sociales, compañeros de trabajo, familia, amigos, antiguos alumnos, ciudadanos, etc. todas operando y evolucionando al mismo tiempo. Emprender requiere comprender nuestra posición dentro del sistema y comprender las fuerzas que lo gobiernan. Es más sencillo resolver problemas complejos creando las condiciones donde el problema no pueda existir, que tratatando de resolverlo actuando directamente sobre el problema.

Capacidad de aprender

La posibilidad de fracasar al emprender es increíblemente alta, por eso, el emprendedor requiere desarrollar la capacidad de aprender de los errores de manera eficaz. La sabiduría popular dice que sólo de los errores se aprende, pero esto no es ni tan fácil, ni tan evidente. Cuando tomamos una decisión, es posible que las consecuencias no se produzcan inmediatamente, sino que se retrasen en el tiempo. Así mismo, es posible que nosotros tardemos en percibir dichas consecuencias porque pueden no ser visibles o evidentes y también puede que tardemos en comprenderlas y procesarlas. En estas condiciones, aprender de los errores se convierte en una tarea escurridiza y esquiva. Emprender requiere la capacidad de valorar no sólo los resultados, sino también las asunciones en las que están basadas nuestras decisiones y los modelos mentales con los que simplificamos la realidad para hacerla manejable, de manera que puedan ser actualizados cuando sea preciso y nos garanticen una comprensión de la realidad más precisa.

Emprender, comprender la realidad y reformularla para producir un resultado, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo de las personas a través del aprendizaje, es el fin último de las Personas FACE. Emprender implica desarrollar la flexibilidad, la autonomía y la creatividad de las personas para ponerlas al servicio de los resultados.

Pero contar con personas FACE capaces de emprender y conseguir resultados, requiere a su vez de un liderazgo extraordinario en la organización, un liderazgo que busque el desarrollo de emprendimiento en lugar de su control, un liderazgo que comprenda que el cambio forma parte de nuestra naturaleza, en lugar de ser una fuerza destructiva a la que oponerse, un liderazgo que abrace el sistema del que forma parte, en lugar de buscar el aislamiento.

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