Resistirse al cambio en un mundo cambiante

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By Miguel Pantaleon

Change

Russel Ackoff dijo que el propósito de las organizaciones es la generación y la distribución de riqueza. Esta visión tiene profundas implicaciones en el papel que la organización debe tener en el contexto de la sociedad y bajo qué valores debe generarse dicha riqueza. Esta es la primera dificultad. La sociedad evoluciona. En los últimos 20 años el cambio ha sido inimaginable y nada nos hace pensar que este proceso no vaya a continuar con la misma intensidad en los próximos 20.

Mi pregunta es si las organizaciones están preparadas para el cambio que estamos viviendo. Posiblemente no, al menos la mayoría de ellas.

En mi opinión hay tres factores que provocan que las organizaciones sean resistentes al cambio: 1. su orientación hacia la eficiencia, 2. el “orden y control” 3. La especulación.

Orientación hacia la eficiencia

La eficiencia es el motor de muchas industrias y tiene quizás su máximo exponente en la industria automovilística, donde la mano de obra humana ha sido sustituida a gran escala por robots que realizan su trabajo con una precisión pasmosa, no requieren descansos y no se sindicalizan. La eficiencia en la producción de coches es, en gran medida, la responsable del descenso en los costes de producción, de almacenaje y de distribución, lo que permite la maximización de beneficios. Pero la optimización aumenta la resistencia al cambio. La optimización persigue realizar una tarea de la forma más económica (tiempo, esfuerzo, dinero, etc.) posible y el cambio requiere exploración, prueba, aprendizaje y recursos, lo opuesto. Pero el cambio sigue produciéndose por más que las organizaciones se resistan a él.

Orden y control

Es la forma en el que las organizaciones que buscan la eficiencia gestionan a las personas y los procesos. El orden y control fue quizás la mejor manera de gestionar fábricas como la de Ford a principios del siglo XX y quizás también lo sea para las nuevas factorías robotizadas en Japón, pero no se muestra muy efectivo cuando el valor de la organización es producido por personas que aplican su conocimiento, talento y experiencia. El orden y control no persigue dar respuesta al cambio sino mantener la organización dentro de unos límites de eficiencia y de rentabilidad.

Especulación

Sucede cuando los intereses a corto plazo de los accionistas tienen más importancia que los intereses a largo plazo de la organización, y las barreras de entrada y salida de los accionistas es muy baja. La compraventa de acciones se creó para financiar a las empresas que requerían grandes cantidades de dinero, pero la estructura y funcionamiento mercado de valores hace que se genere un negocio especulativo donde parte de los inversores buscan rentabilidad sólo a corto plazo. Esto pone a la organización en la encrucijada de generar dividendos trimestrales, lo que le permitirá financiarse, o invertir en la generación de valor a futuro, lo que le permitirá seguir con vida.

La orientación a la eficiencia, el orden y control y la especulación son tres conceptos en los que se han basado las empresas a lo largo del último siglo. Estos mismos modelos mentales siguen operando hoy a pesar del cambio tecnológico, financiero y social que estamos viviendo. Hemos pasado de considerar a las personas como una pieza reemplazable y costosa de un mecanismo, a considerarla un valor fundamental por su conocimiento y desempeño, pero nuestros requerimientos hacia ellas siguen siendo la eficiencia, el control y los resultados a corto plazo.

Una organización es un sistema donde todos sus elementos se relacionan y son interdependientes. La eficiencia, el orden y control y la presión por los resultados a corto plazo, son fuerzas que se resisten a que la organización cambie, lo que resulta muy efectivo cuando el entorno es estable, pero devastador cuando el entorno evoluciona rápidamente. Se han producido grandes avances en el mundo empresarial e industrial en los últimos 50 años, tanto tecnológicos como financieros, de gestión o calidad de la vida laboral de los trabajadores, pero la próxima frontera será la comprensión y el dominio del proceso de cambiar, el de ser capaces de aprender y adaptarse para producir el mismo resultado en distintos contextos, cuando sean capaces de reducir la diferencia que existe entre la “situación deseada” y la “situación actual”.

El cambio se produce cuando la situación actual de la organización se acerca a la situación deseada. Cerrar dicha diferencia requiere de una planificación y unas acciones que, al implementarse, irán disminuyendo dicha diferencia. Este es un proceso sencillo, pero con dos preguntas fundamentales: cuál es la situación deseada y cuál la situación actual de la organización o, dicho de otra forma: a dónde quiero llegar y desde dónde voy a salir.

Para definir cuál es la situación deseada la organización necesita dar sentido a la complejidad del entorno, cuestionar sus modelos mentales de cómo funciona la realidad y formular las asunciones sobre las que se toman las decisiones. La situación deseada, más que una declaración de los resultados esperados en los próximos tres años, es una formulación de hacia dónde cree la organización que la realidad va a evolucionar y cómo piensa dar respuesta a las necesidades. En este contexto, los resultados se convierten en una simple unidad de medida.

Por otro lado, formular la situación actual de la organización requiere hacer explícito el sistema y visualizar su comportamiento, es decir, comprender la interdependencia entre las personas, los procesos, los recursos, etc. para entender qué factores condicionan el desempeño de la organización.

Estos dos conceptos son las fuerzas que activan el cambio dentro de una organización, pero el cambio no es un proceso lineal, sino un proceso que se retroalimenta de forma positiva para coger tracción o de forma negativa para resistirse al cambio. El cambio es un proceso dinámico, y para comprenderlo el pensamiento lineal es insuficiente, requiere del pensamiento sistémico para entender la interdependencia y la dinámica de las fuerzas que lo provocan.

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